Allá por 1931, existía en la Universal Pictures, un número uno llamado Carl Laemmle, que afirmó sin titubear:
“Créanme, tratar de que el público se trague la publicidad y abrumar sus ojos y sus oídos con ella provocará un rechazo que con el tiempo comprometerá sus negocios”
A la luz de las realidades publicitarias y comunicacionales... ¡cómo te equivocaste Carl!
miércoles, 1 de octubre de 2008
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